El Blog de Avances tecnológicos

miércoles, 17 de octubre de 2012

Tortuga robot











¿Como quiere que se lo enviemos? ¿Por avión, por barco o por tortuga? Esta pregunta que parece absurda podría no serlo tanto si los investigadores del laboratorio de robótica del Instituto Tecnológico ETH en Zúrich convencen al mundo de las bondades de su último invento: la tortuga-robot.

El ETH es conocido por ser responsable de muchos avances en el terreno de los cuadricópteros autónomos, y en 2008 comenzó una línea de investigación para robots que pudiesen nadar. Al principio, trataron de imitar el comportamiento de uno de los mejores nadadores del mundo, el atún.

Desgraciadamente, es difícil y muy caro diseñar un robot con tantos actuadores como para que se mueva como un atún, así que los investigadores del ETH pensaron en la tortuga. El resultado se llama Naro-Tartaruga, y tiene algunas ventajas muy interesantes.














La primera de estas ventajas es de diseño. El caparazón rígido de las tortugas es fácil de imitar en aluminio y su gran capacidad interior permite instalar maquinaria con facilidad. Incluso queda espacio abundante para carga o instrumental adicional.

En segundo lugar, los actuadores que propulsan las aletas de la tortuga son relativamente sencillos, independientes y, lo que es más importante, muy eficientes desde el punto de vista energético. Es cierto que la velocidad obtenida (poco más de siete kilómetros por hora) no es muy satisfactoria, pero es más que suficiente para determinadas tareas acuáticas.

El primer prototipo de esta tortuga-robot pesa 75 kilos, mide un metro de largo, equipa un procesador Intel Core i7 y puede ser controlado manualmente o de forma autónoma. De aquí a que estemos recibiendo paquetes poco urgentes de Amazon vía tortuga aún hay mucho, pero seguro que es un futuro que enorgullecería a Terry Pratchett, aunque no lleve elefantes-robot sobre su caparazón.

Vía | PopSci


Scooba 230 y 390















iRobot se ha traído a esta IFA su nuevo modelo de robot friegasuelos, la Scooba 390, que viene a sumarse a la pequeña 230 que ya conocíamos. Hemos aprovechado nuestro paso por el stand de la compañía para conocer un poco más a fondo estos dispositivos.

La Scooba 230 debe su pequeño tamaño a que está pensada para poder colarse en rincones muy estrechos como detrás del lavabo o el inodoro. Además, su área máxima es de 13.9 metros cudrados, por lo que no llegará mucho más lejos de un baño o una cocina.

Esta pequeña friegasuelos funciona en tres etapas, primero inyecta agua en los cepillos, después mueve estos para fregar el suelo, y por último aspira el agua sucia a un depósito distinto.
La hermana mayor

Estos tres pasos no significan que el dispositivo haga tres pasadas, sino que tienen lugar en la base de la propia aspiradora a medida que esta avanza y se ven mucho más claramente en la Scooba 390. Este nuevo modelo de iRobot añade un paso previo más, que es aspirar pequeñas pelusas y polvo.

La capacidad de aspiración, sin embargo, es mucho menor que la de cualquier Roomba. Las pelusas cazadas van a parar al mismo depósito del agua sucia.

La Scooba 390 amplía su área de limpieza hasta 41.8 metros cuadrados. Ambas aspiradoras utilizan sólo agua. Si queremos añadirle algún elemento jabonoso al agua, iRobot recomienda vinagre o algún limpiador neutro que no haga espuma. ‘Robots Don’t like foam’ (A los robots no les gusta la espuma) nos dijo muy serio el responsable de iRobot. No vamos a ser nosotros los que desencadenemos el robocalipsis enfadando a una Scooba. La compañía vende un jabón neutro específico para el que quiera un producto desarrollado expresamente para estos robots.

Ambos dispositivos están pensados para un manejo muy sencillo. Basta cargarlos de agua, pulsar un botón y dejarlos hacer. Después se agitan un poco y se vierte el agua sucia en el inodoro.

Los Scooba no son programables por la sencilla razón de que alguien tiene que llenar nuevamente el depósito cada vez que se utilizan. La carga, eso sí, sigue siendo automática. El Scooba 230 cuesta 349 euros. El Scooba 390 cuesta 539 euros. Ambos están ya a la venta



El hermano de ASIMO, se hace jardinero




















Si no tienes la gestión de tu casa asignada a robots no será por posibilidades. El café te lo puede servir el robot ASIMO de Honda, de la limpieza es capaz de encargarse la Roomba y ahora el jardinero también usará rutinas de vigilancia para cortarte el césped.

A ese cortacésped robotizado lo podrás llamar Miimo. Y tiene un gran parentesco con el carismático ASIMO al que tanto cariño le tenemos desde Xataka. De hecho son hermanos por parte de madre, la japonesa Honda.

Este robot cortacésped llegará al mercado europeo el próximo año en dos versiones – Miimo 300 y 500, dependiendo de la superficie que es capaz de trabajar – y dejará el césped perfecto. El robot se encarga de realizar varias pasadas a la semana y en cada una de ellas retira entre 2 y 3 mm de césped.

Su sistema de recorrido inteligente hace que realice las pasadas justas por la superficie con el objetivo de no estropear el precioso césped de nuestro jardín. Es capaz de subir y bajar pendientes nunca mayores del 25% y como otros robots autónomos, no se sale del área que delimitemos (mediante un cable que debemos enterrar en el perímetro de acción) y vuelve a la base de recarga en cuanto nota que la energía se le agota.

Este cortacésped de Honda no recoge el césped que va cortando, pues como hemos indicado, siempre recoge una parte pequeña pero de forma muy frecuente, lo que permite que el propio sistema “pulverice” al exterior el material orgánico y el ciclo de la vida continúe.

Por cierto, si tu mascota es de las que suele quedarse dormida sobre el fresco césped, no hay problema. Miimo es bastante sensible y capaz de esquivar obstáculos con eficacia. El precio todavía no se ha anunciado.

 Más información | Honda

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Grants For Single Moms