El Blog de Avances tecnológicos

martes, 28 de mayo de 2013

Las nuevas imágenes tomadas por el Hubble



La Nebulosa del Anillo es una de las nebulosas planetarias más conocidas, siendo uno de los ejemplos más utilizados para explicar este tipo de formaciones en astronomía.

Descubierta en 1779 por Antoine Darquier de Pellepoix, en sus anotaciones el científico francés describía a la Nebulosa del Anillo como "una formación de tono apagado, pero delimitada por un perfecto contorno, que parece tan grande como Júpiter".

La Nebulosa del Anillo está situada a 2.300 años luz de la Tierra, y se encuentra justo al lado de las estrellas Sulafat y Sheliak. Es una de las formaciones astronómicas preferidas por los aficionados, ya que en las noches de verano puede ser observada incluso con telescopios de poca apertura.

Con mejores telescopios, se puede observar con mayor detalle los diferentes matices de color: la parte central azulada, debido a la emisión del oxígeno ionizado dos veces, enrojecida en los contornos, donde predomina la emisión de hidrógeno y nitrógeno una vez ionizado. La estrella central, por su parte, presenta un color azul oscuro, debido a las altas temperaturas, situadas en torno a los 117.000 K.

Desde hace años los investigadores buscan discernir cuál es la estructura real de la Nebulosa del Anillo. De hecho, científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias caracterizaron hace años su cinemática y análisis químico.

Ahora el telescopio Hubble, iniciativa conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), ha captado imágenes de la Nebulosa del Anillo, que permiten conocer cuál es su forma real. Aunque antes se pensaba que contaba con un aspecto elíptico, los últimos datos obtenidos a partir de estas fotografías permiten afirmar que la Nebulosa del Anillo se parece más a un donut algo deformado.


Esta nueva apariencia se debe a que el centro de la nebulosa está lleno de materia de menor densidad. Gracias a estas nuevas imágenes, los científicos han podido reconstruir la Nebulosa del Anillo con un modelo tridimensional, comprobando que su estructura no es tan sencilla como parecía hace años. El resplandor azul que podemos observar corresponde a la zona donde abunda el helio.

El origen de la Nebulosa del Anillo se encuentra en una estrella varias veces más grande que nuestro Sol. Hace aproximadamente 4.000 años, la estrella se fue quedando sin combustible, lo que provocó la formación de la nebulosa, al irse despojando de sus capas más externas. En otras palabras, el material incandescente en forma de gas no es más que la mortaja de aquella estrella moribunda.

Las imágenes del Hubble permiten seguir estudiando la estructura de esta espectacular formación, que nos ayuda a comprender el pasado y a entender el presente y futuro de este tipo de objetos astronómicos.




Tu psiquiatra ¿un robot?

La creación de avatares humanos que interaccionen con nosotros es un negocio en pleno auge. El Instituto de Tecnologías Creativas de la Universidad de Santiago de Compostela ha creado un personaje virtual llamado Ellie que nos escucha activamente. ¿Un robot psiquiatra?



Conozca a nuestros humanos virtuales, reza un apartado del portal del instituto de tecnologías creativas de la Universidad del Sur de California USC. Y tienen de muchos tipos. Un entrenador, una guía de museo, un profesor o un psiquiatra.

La idea es mezclar diseñadores de avatares tipo personajes de Hollywood con expertos en distintas áreas así como científicos sociales expertos en la interacción. Se trata de desarrollar un medio en el que sumergirse para el entrenamiento militar, terapias de salud o educación científica.

Uno de los problemas a superar es el llamado "Valle Inquietante". El fenómeno fue descrito en los primeros 70´s por el robotista japonés Masahiro Mori. Establece que las representaciones humanas (robots, imágenes, muñecos, personajes de videojuegos, avatares...) nos resultan más familiares, más identificables cuanto más se parecen a los humanos, hasta que llegan a un punto en el que se vuelven muy repulsivas, extrañas o inquietantes. A veces son pequeños detalles los que marcan la diferencia. El más común es la textura de la piel. También la calidad del movimiento y del habla, la prosodia o la sensación al tacto. Estudios con monos indican que también ellos tienen el mismo comportamiento. Pasan más tiempo observando fotografías de monos reales o imágenes alejadas de la realidad que las "próximas" a ellos.

Uno de los avatares creados es Ellie, una simulación por ordenador diseñada para charlar con la gente. Una mujer (aunque puede ser un hombre) que guía nuestra conversación con pequeñas muestras de aprobación y preguntas sencillas. Lo fascinante de este robot es que "lee" nuestro estado de ánimo. Es capaz de analizar miles de medidas tomadas de nosotros. Para ello, debemos de hablar a través de un ordenador equipado con varios dispositivos.

Una cámara de vídeo recoge nuestras expresiones faciales. Un sensor de movimientos como Microsoft Kinect analiza nuestros gestos y movimientos. Y un micrófono interpreta las inflexiones de nuestra voz. Con todo ello Ellie establece nuestros cambios de humor y nuestro estado de ánimo, si sonreímos o estamos serios, si miramos a la cámara o bajamos la vista. Ayudada por unas simples aprobaciones "aha" y un sencillo repertorio de preguntas va guiándonos pasando de temas escabrosos a otros más positivos.



Elli no necesita ninguna inteligencia ni entender el lenguaje. Le basta analizar nuestros actos y seguir un sencillo protocolo de actuación. Dado que está en la nube, puede aprender de todos los humanos con los que interacciona. Si, con el tiempo, adquiere capacidades analíticas como Watson, el avance será gigantesco.

Ellie está desarrollada por un psicólogo y un informático. Ha empezado a usarse por el Departamento de Defensa americano. Desde la brutal guerra de Vietnam hasta las actuales de Irak o Afganistán, la dramática secuela de veteranos es interminable. Y Ellie es muy barata.

Desde luego una psicoterapia es mucho más que una escucha activa. El terapeuta nos ayuda a descubrir conflictos y nos da pautas de actuación para llevar una vida mental más saludable. Pero sentirnos escuchados es parte de la terapia.

Desde el confesor en la iglesia hasta el psiquiatra pasando por cualquier amigo, alguien que nos escuche nos alivia. ¿Tendrá un robot el mismo efecto?





¿Es posible la cuadratura microscópica del círculo?



Científicos holandeses han desafiado lo que llamaremos hoy cuadratura microscópica del círculo. Y es que bajo esta denominación, os hablamos de cómo han conseguido disponer partículas de tan solo unos micrómetros en un patrón regular cuadrado. ¿Pero por qué hemos llamado a este problema así?

Uno de los rompecabezas matemáticos históricos es la conocida como cuadratura del círculo. Este desafío geométrico consistía en hallar cómo, mediante el uso de regla y compás, podríamos obtener un cuadrado con un área igual a la de un círculo dado.

Dado que este problema se trató de abordar desde la Antigüedad clásica hasta el siglo XIX, hoy en día se habla de la cuadratura del círculo cuando nos topamos con alguna cuestión difícil de resolver.

Un claro ejemplo lo tenemos en nuestro día a día. ¿Quién no ha tratado de guardar pelotas de tenis o naranjas en una caja cuadrada? Imposible, ¿verdad? No podemos evitar los huecos que quedan entre las diferentes esferas. Esto se debe a que al empaquetar las pelotas de tenis, estas se alinean de forma hexagonal, y no cuadrada.

Ahora, científicos holandeses han demostrado que la cuadratura microscópica del círculo es posible. En otras palabras, han sido capaces de alinear partículas esféricas pequeñas (de un tamaño de apenas unos micrómetros) en una disposición cuadrada, como si formaran un tablero de ajedrez.

En su artículo, publicado en la revista PNAS, el equipo liderado por Jasper van der Gucht, de la Wageningen University, demuestra que la cuadratura microscópica del círculo es posible, o al menos lo es utilizando una superficie curvada de agua y aceite.

Para ello, han conseguido aprovecharse de la tensión superficial de la propia capa de agua y aceite, ya que esta ayuda a minimizar en lo posible el área que queda entre las diferentes partículas. Este efecto físico es el mismo que se produce en un tazón de leche cuando los cereales tienden a agruparse, o en las burbujas de un refresco con gas.

¿Cuál es el motivo por que hemos conseguido la cuadratura microscópica del círculo? Los investigadores holandeses han visto que las fuerzas de atracción de las partículas, que dependen de la propia tensión superficial, dependen de la curvatura anisotrópica de la propia superficie líquida.

Esto permite que si curvamos ligeramente la capa de agua y aceite, las interacciones entre las partículas se hagan fuertemente dependientes de su orientación relativa, es decir, existirán fuerzas de atracción en dos direcciones, y de repulsión en otras direcciones.

Este fenómeno es lo que precisamente consigue que las partículas esféricas se dispongan en patrones cuadrados regulares, y no hexagonales, como sucede a nivel macroscópico. Los investigadores pudieron seguir la cuadratura microscópica del círculo mediante observaciones con un microscopio confocal.

El equipo de la Wageningen University confía en que este descubrimiento permita la creación de nuevos materiales que tengan aplicaciones ópticas de alta tecnología. Seguro que la próxima vez que vayamos a guardar naranjas en una caja, nos acordaremos de estos físicos holandeses que lo han conseguido... aunque sea a nivel microscópico.


Fuente alt1040.com

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